La Costa Blanca es conocida en todo el mundo por sus playas de arena fina, su clima privilegiado y su vibrante oferta cultural. Pero además, esconde un tesoro que cada vez atrae a más visitantes. La Ruta del vino: Bodegas de la Costa Blanca. En esta tierra bañada por el sol mediterráneo, la tradición vinícola tiene más de dos mil años de historia y hoy se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos para quienes buscan experiencias auténticas.
Explorar la Ruta del Vino de la Costa Blanca es adentrarse en una combinación única de naturaleza, historia, cultura y gastronomía. Desde los tintos intensos elaborados con Monastrell hasta los blancos frescos de Moscatel, cada copa refleja el carácter mediterráneo de estas tierras.
Ruta del vino: Bodegas de la Costa Blanca
La tradición vinícola de Alicante
Los orígenes del vino en la Costa Blanca se remontan a los íberos y romanos, que ya cultivaban vides en estas tierras fértiles. Durante siglos, el vino ha sido un motor económico y cultural en la provincia de Alicante, con productos que viajaban en barco hacia otras partes del Mediterráneo.
La Denominación de Origen Alicante protege hoy la calidad de los caldos y asegura que las variedades autóctonas, como la Monastrell, sigan vivas y en constante evolución. Esta uva, resistente al clima seco y caluroso de la zona, da lugar a vinos intensos, aromáticos y con una personalidad única que sorprende tanto a expertos como a aficionados.
Bodegas imprescindibles para tu ruta
La Costa Blanca cuenta con una gran variedad de bodegas, desde pequeñas iniciativas familiares hasta grandes cooperativas. Cada una ofrece un acercamiento diferente al mundo del vino, pero todas tienen en común la pasión por su tierra y por transmitirla en cada copa.
- Bodegas Enrique Mendoza (Alfaz del Pi)
Una de las más reconocidas de la provincia, donde se combina tecnología y tradición. Sus visitas guiadas permiten recorrer los viñedos, conocer el proceso de elaboración y degustar vinos premiados a nivel internacional. - Bodegas Bocopa (Petrer)
Cooperativa líder en la Comunidad Valenciana, conocida por sus vinos jóvenes, espumosos y frescos, perfectos para acompañar la cocina mediterránea. - Celler la Muntanya (Muro de Alcoy)
Un proyecto innovador que busca recuperar viñedos antiguos y poner en valor variedades olvidadas. Su filosofía se basa en la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. - Bodega Masía de la Mota (Alcoy)
Situada en un paraje natural de gran belleza, combina alojamiento rural con experiencias enoturísticas. Ideal para quienes buscan desconexión, naturaleza y vino. - Bodega Las Virtudes (Villena)
Con más de un siglo de historia, ofrece una inmersión en la tradición vinícola alicantina, con catas en antiguas instalaciones que mantienen todo el sabor del pasado. - Bodegas Xaló (Jalón)
Ubicada en pleno corazón del Valle de Pop, es una de las bodegas más visitadas por los amantes del enoturismo. Destaca por su famoso Moscatel de Jalón, así como por sus tintos y mistelas tradicionales. Además, su tienda es perfecta para llevarse productos locales como miel, embutidos y aceites. - Bodegas Parcent (Vall de Pop)
Una bodega familiar con un encanto especial, donde la elaboración artesanal de sus vinos refleja el carácter de este valle rodeado de montañas y almendros. - Bodegas Casa Sicilia 1707 (Novelda)
Una finca histórica que combina tradición, modernidad y gastronomía. Además de catas, ofrece un restaurante propio donde maridar sus vinos con productos de proximidad.
Experiencias que van más allá del vino
La ruta del vino no es solo una sucesión de catas. Se trata de un viaje sensorial en el que el visitante puede vivir experiencias únicas:
- Catas comentadas en las que descubrir cómo identificar aromas, sabores y matices.
- Paseos entre viñedos al amanecer o al atardecer, disfrutando de la calma del paisaje mediterráneo.
- Maridajes gourmet con productos locales como quesos, embutidos, mieles o turrones de Jijona.
- Vendimias participativas, donde puedes recoger la uva con tus propias manos y sentirte parte del proceso.
- Conciertos y eventos culturales en entornos mágicos rodeados de viñas.
- Rutas de senderismo y cicloturismo entre campos de vid, ideales para quienes buscan combinar naturaleza y enoturismo.

Variedades y vinos que enamoran
El gran protagonista de la Costa Blanca es la Monastrell, pero no es el único. Los viñedos también producen otras variedades como Garnacha Tintorera, Syrah, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot, que aportan diversidad y riqueza a los tintos.
En el caso de los blancos, la Moscatel de Alejandría destaca por su frescura, aroma floral y sabor afrutado, ideal para maridar con pescados, mariscos y arroces, tan típicos de la zona. También hay excelentes rosados, dulces y espumosos que reflejan la versatilidad de estas tierras.
Cultura, naturaleza y vino en un mismo viaje
La Ruta del Vino de la Costa Blanca es mucho más que una experiencia gastronómica. Es la oportunidad de recorrer pueblos con encanto como Altea, Villena, Xaló o Alfaz del Pi, descubrir castillos medievales, caminar entre montañas y, por supuesto, disfrutar de la hospitalidad de sus gentes.
Este viaje permite conectar con la esencia del Mediterráneo: sol, mar, historia y buena mesa. Un plan perfecto tanto para una escapada en pareja como para unas vacaciones en familia o con amigos.
Vive la Ruta del Vino con Calperent
Para disfrutar de todo lo que ofrece la Costa Blanca, lo mejor es alojarse en un lugar cómodo y bien ubicado. En Calperent ponemos a tu disposición apartamentos y villas de alquiler vacacional en los principales destinos de la Costa Blanca.
Ya sea que quieras descansar cerca del mar, disfrutar de vistas al Peñón de Ifach o alojarte en un entorno tranquilo rodeado de naturaleza, encontrarás la opción ideal para tu escapada enoturística.
Combina tus visitas a bodegas y viñedos con días de playa, excursiones a pueblos con encanto y momentos de relax en tu alojamiento. Porque vivir la Ruta del Vino en la Costa Blanca es mucho más que beber un buen vino: es saborear la vida mediterránea en su máxima expresión.