En el corazón de Calp, María Sendra ha creado algo más que una exposición: ha dado vida a un museo encantador donde cada muñeca cuenta una historia, representa una cultura y guarda un pedacito de historia.
Un viaje por las culturas del mundo a través de muñecas
Todo comenzó en los años 70, cuando María empezó a coleccionar muñecas vestidas con trajes regionales de distintas provincias de España. Lo que fue en sus inicios una afición, con el tiempo se transformó en una impresionante colección que hoy recorre el mundo entero sin moverse del sitio.
Gracias a los regalos de amigos, hallazgos en mercadillos y recuerdos de sus viajes, la colección ha crecido hasta superar las 2.000 piezas. Más de 1.700 de ellas están actualmente expuestas en su pequeño museo, abierto al público tras una década sin mostrar la colección.
Estas no son muñecas comunes. Están hechas de materiales tan variados como plástico, tela, barro, madera, fibras vegetales, hojas de mazorca de maíz, e incluso papel. Cada una es un reflejo de la identidad cultural de su lugar de origen, vestida con trajes cuidadosamente elaborados que capturan las tradiciones, los colores y la esencia de diferentes pueblos del mundo.
Desde una elegante dama de cera vestida de luto del año 1903, hasta un grupo de 40 muñecas japonesas, pasando por figuras africanas, sudamericanas o europeas, la colección es un caleidoscopio cultural que invita a detenerse y observar cada detalle.
El espacio donde hoy se encuentra la exposición es acogedor y lleno de encanto. Cada rincón está cuidadosamente decorado para resaltar la belleza de estas pequeñas embajadoras culturales. Más que un museo, parece una casa de muñecas en tamaño real, donde cada vitrina es una ventana abierta al mundo.
La colección de María Sendra no es solo para amantes de las muñecas. Es para cualquier persona que aprecie el arte, la historia, la diversidad y las historias contadas a través de lo cotidiano. Es una experiencia para dejarse sorprender, para viajar con la mirada y conectar con culturas distintas sin salir de Calp.
Si pasas por la zona, no te pierdas este rincón mágico. Porque en cada muñeca hay un mundo por descubrir, y en cada visita, una nueva forma de ver el arte de coleccionar.
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